La otra noche estaba tan tranquila y feliz subiendo las profesiones de mi elementalista humana en Höelbrak, sin fijarme en lo cerca que estaba de alcanzar el ansiado nivel 80 en el Guild Wars 2.
De repente: correo, punto de talento, etc. Me desperezo y me doy cuenta de lo que acaba de pasar.
Feliz se lo cuento a un amigo y este, contento por mí, me empieza a pasar equipo de mi nuevo nivel (uno de sus personajes es sastre). Me los pongo emocionada y entonces es cuando me fijo en cómo es el nuevo modelito que me han dado (el de la izquierda de la foto de arriba).
Queda guay, tengo que admitirlo, pero teniendo en cuenta que encima estaba en Höelbrak, un escalofrío recorre mi cuerpo al imaginarme el frío que realmente tiene que estar pasando mi pobre pj.
Al día siguiente, mi amigo me dice que tiene un nuevo conjunto para mí, a pesar de estar agradecida por el anterior, pienso «menos mal». La equipo con la nueva indumentaria y compruebo que va un poco más tapada (no es que digamos demasiado), pero también que le han puesto unas monísimas y sexys medias a juego.
No he descubierto nada nuevo, lo sé, pero sólo me quería unir a la mucha gente que dice:
Esto no es una armadura… ¡Es lencería!
Por cierto, el set que llevaba antes (ya lo tenía completo) es este de aquí abajo. Así que comprenderán, a más inri, el cambio radical de imagen que he sufrido.